¡Nutriendo el futuro! Cómo planificar comidas saludables fuera del comedor escolar
El comedor escolar contribuye de manera muy significativa en la alimentación de la población infantil, ya que el almuerzo es una de las comidas principales del día y ha de suponer un importante aporte de energía. Aunque se debe tener presente que la comida del comedor escolar sólo representa un 10% del total de comidas que hacen los niños en un año: una de las cinco comidas diarias, que tiene lugar cinco de los siete días de la semana, y exclusivamente durante el periodo escolar, unos 175 días de 365 que tiene el año.
CÓMO LO ORGANIZAMOS EN EL DÍA
El desayuno, la media mañana, la merienda y la cena son las 4 comidas que han de ser planificadas por los familias en casa, y para facilitar esta tarea, os vamos a contar lo que debemos tener en cuenta para planificar una dieta equilibrada y llamativa para nuestros pequeños.
Lo primero que tenemos que saber son los grupos de alimentos que pueden formar parte de las distintas ingestas a lo largo del día:
- Desayuno: Lácteo + Cereales o tostadas integrales + Fruta fresca.
- Media mañana: Fruta fresca.
- Almuerzo: Verduras y hortalizas + Proteína saludable (carne magra, pescado, huevo o legumbre) + Porción de pasta, patata, arroz integral u otros cereales.
- Merienda: Yogur + fruto seco o bocadillo de pan integral con relleno saludable + Fruta fresca.
- Cena: Verduras y hortalizas + Proteína saludable (preferible pescado o huevo) + Porción de pasta o arroz integral o patata.
A partir del menú que proporcionan en el colegio, deberemos planificar el menú para las cenas. La comida que se realiza en casa debe complementar a las que se hacen en la escuela en base a una alimentación variada y saludable. Se debe cuidar que el aporte de verduras a diario sea el correcto. Que haya una buena distribución de los alimentos proteicos durante la semana. Por ejemplo, si en el cole comen carne ofrecer pescado o huevo por la noche. Que en todas las comidas estén presentes los farináceos como pasta, arroz, patata, pan… Asegurarnos que durante la semana ingieran como mínimo 3 días las legumbres y que el aporte de fruta también sea el adecuado.
¡CUANTO MENOS MEJOR!
Otra parte muy importante en la planificación del menú es hacer de ella una actividad de la que participen nuestros hijos, para despertar su interés por la comida. Además, les estaremos educando y dando ejemplo para que en el futuro escojan comer de una forma variada y equilibrada.
No podemos dejarnos atrás los procesos de elaboración culinaria, debemos utilizar preferentemente métodos de cocción como el vapor, la cocción en agua, el horneado, la plancha o salteado. Por el contrario, se deben reducir el uso de la fritura, el empanado y el rebozado, así como el uso indiscriminado de grasas o de productos precocinados con alto contenido en sales, aditivos, azúcares o grasas saturadas. Y por último a tener muy en cuenta el lema: ¡CUANTO MENOS MEJOR!
Alimentos malsanos: bebidas azucaradas y zumos, embutidos y carnes procesadas, patatas chips y snacks salados, golosinas, bollería, postres lácteos (natillas, flanes, incluyendo yogures saborizados y azucarados), galletas, etc.