Convivencia de inicio de curso 2020-21
El pasado 23 de Octubre celebramos un momento importante donde trabajamos y profundizamos en el LEMA que tenemos todos los centros de la Fundación Spínola para este curso: Es hora de vivir. “Desde abajo, desde dentro, desde cerca”. Mantenemos el mismo objetivo del curso pasado porque la realidad mundial en sus múltiples dimensiones nos sigue abriendo a nuevas perspectivas, nos sigue invitando a acercarnos, tocando y conociendo la hondura de la Vida donde todo está conectado, nos sigue animando a movernos a cuidar la vida de todos.
Como siempre, vivimos una jornada con un carácter celebrativo. A lo largo de todo el día vivimos actividades dentro de cada clase donde se profundizó sobre los valores que queremos vivir en este año.
En este día cada niño/a de Educación Infantil y Primaria vino caracterizado de una persona que realiza un trabajo esencial en nuestra sociedad. (Repartidores, médicos, científicos, cajeros, profesores, artistas, periodistas, limpiadores, policías, bomberos, personal de supermercados, unidad de emergencia…). Cada niño/a tuvo un momento especial para presentar a su clase por qué es esencial para nuestra sociedad su trabajo, profundizando en la importancia de vivir DESDE ABAJO. El resto de la mañana nos acercamos a Jesús como modelo de vida. Él nos enseña a vivir DESDE ABAJO, DESDE DENTRO Y DESDE CERCA.
Los alumnos de ESO, venían expresando vida y alegría con camisetas y sudaderas. Ellos comenzaron la mañana DESDE DENTRO. Hubo un espacio de interioridad en el que se pudieron tomar el pulso en este tiempo tan complejo que vivimos y cómo no, proyectar deseos de vida que compartieron a través de una videoconferencia con los otros grupos burbuja de su nivel. Fue un momento divertido y profundo.
Es hora de vivir, sí, pero no de cualquier forma .En la segunda parte de la mañana, los alumnos/as de ESO profundizaron en lo que significa VIVIR, vivir desde el amor y la libertad. Lo hicieron a través de un cine fórum sobre una película “The Giver”. Esto les ayudó a conectar con otro lenguaje para seguir desentrañando la hondura de nuestro lema.
Finalmente, todo el colegio recogió sus deseos de hacer realidad este lema en un reloj gigante que se llenó de granitos de arena. Granitos pequeños, llenos de buenas intenciones y deseos por vivir en este nuevo curso. Todo un gesto común que nos identifica y une como familia.